Carlos Maldonado, partido que se definió por el A favor: «No hay ningún tema fundamental por el cual se pueda justificar el rechazo, como sí ocurrió el año pasado”
Publicado el: 3 noviembre 2023

Según dice, el texto es «más moderno, democrático, e incorpora un conjunto de temas que venían siendo demandados por la centroizquierda hace muchos años, como el Estado social y democrático de derecho».
Luego de sostener seis conversatorios con la militancia, y sin una votación, Demócratas decidió «invitar» -al igual que Amarillos por Chile- a votar A favor el próximo 17 de diciembre. En esta entrevista, su secretario general, Carlos Maldonado, quien fuese ministro de Justicia durante el primer gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet, detalla las razones para tomar aquella decisión y descarta, como han dicho desde los sectores que sufragarán En contra, que el trabajo emanado del Consejo Constitucional sea «partisano».

-¿Cuáles son los aspectos que pesaron a la hora de inclinarse por votar A favor?
-Siempre dijimos que íbamos a analizar el texto en su mérito, y también el contexto, es decir, las necesidades del país respecto de este proceso constitucional. No partimos haciendo el análisis desde las caricaturas que se han querido instalar ni de quiénes tuvieron mayor o menor injerencia en su redacción. Dicho esto, llegamos a la conclusión de que el borrador presenta un conjunto de ventajas respecto a la Constitución vigente, que es la comparación que hay que hacer de cara al plebiscito.
-¿Pero en concreto?
-Es un texto más moderno, democrático, e incorpora un conjunto de temas que venían siendo demandados por la centroizquierda hace muchos años, como el Estado social y democrático de derecho; un sistema universal de salud, la plena igualdad de derechos de las mujeres, en fin. Sobre el contexto, creemos que es beneficioso para el país cerrar la larga discusión constitucional: ahora tenemos la oportunidad de tener una Constitución nacida en democracia, la cual debiésemos aprovechar para también abocarnos a las prioridades de la ciudadanía. Asimismo, estamos convencidos de que este no es un texto partisano, se basa en los 12 bordes aprobados de forma transversal en el Congreso.
-El Frente Amplio, al ratificar su postura en contra, señaló que el borrador «profundizará las desigualdades, la división e injusticias en nuestro país». ¿Cómo se responde a aquello?
-Es una de las caricaturas que se han dicho. Tal como lo dijo el senador Walker, probablemente la izquierda tenía la decisión tomada de votar En contra después de la elección de consejeros del 7 de mayo, sacaron cálculos políticos de que si aprobaban podía ser leído como una derrota política. Los expertos del oficialismo tuvieron una buena actitud en la primera etapa, cuando se construyó el anteproyecto, pero cuando el proceso avanzó, las posiciones se rigidizaron, tanto de los consejeros como de los expertos, lo cual quedó plasmado al momento de realizar observaciones.
-Independiente del resultado, ¿la izquierda y centroizquierda sufrirán una derrota cultural en diciembre? De triunfar el En contra, seguirá vigente la actual Constitución…
-Están en una posición muy incómoda. Creo que se equivocan en promover el rechazo del texto, el cual tiene hartas ventajas respecto a la Constitución actual. El borrador no es un texto de derecha, y el rechazarlo deja vigente la Carta Magna que nos rige ahora, lo cual ha sido una bandera de lucha de la centroizquierda y la izquierda desde que se redactó la actual. Sus motivos para votar En contra, además, diría que son bastante livianos.
-Al haber sido redactado por una mayoría de derechas, considera que el texto tiene en su mayoría ideas de ese sector?
-Tiene algunas características identitarias, pero en lo grueso es un texto equilibrado y transversal, porque la estructura, el guion central, vino determinada por el Congreso. El Consejo no tenía plenas facultades para escribir lo que quisiera, como pasó con la Convención. Tiene, sí, algunas cosas propias de las mayorías políticas que fueron electas.
-¿Qué opina de que a Demócratas se le asocie como un partido de derecha?
-Es lo mismo que dijeron el año pasado cuando estuvimos por el Rechazo, y el 62% de la ciudadanía estuvo en esa posición. Se nos acusó de estar con la derecha, pero estábamos con Chile, porque el texto del año pasado, que no tenía bordes, era refundacional, maximalista y partisano, representaba riesgos importantes para Chile en materia de sistema político, independencia del Poder Judicial, e incluso en integridad territorial. Nosotros estamos siendo coherentes con lo que interpretamos como la necesidad del país.
-En la declaración que divulgaron señalaron que impulsarán reformas constitucionales para reparar las «falencias» detectadas. ¿Es posible aplicar esas mejoras, considerando que habrá que pasar por un período de implementación del nuevo texto?
-No hay ninguna Constitución del mundo que sea pétrea, todas se van adaptando y sufriendo modificaciones conforme a las circunstancias políticas, sociales, los avances civilizatorios. Las normas que identificamos como problemáticas, relativas al derecho a la vida del que está por nacer, el interés superior del niño, no son normas que vayan a provocar un efecto inmediato complejo, sino que son normas que podrían prestarse para discusión acerca de la validez del aborto en tres causales, por ejemplo.
-¿Aquel será un argumento a utilizar en la campaña?
-Esto es distinto al «Aprobar para reformar» del proceso anterior. Pensamos que lo que se propone acá está bien. ¿Hay cosas que mejorar? Por supuesto, siempre todo es perfectible, hasta Andrés Bello lo dijo al redactar el Código Civil, que fue un modelo para toda Latinoamérica. Acá no estamos hablando de un texto que no sea bueno, esto es distinto al «Aprobar para reformar», decimos que hay que votar A favor porque el texto es conveniente para Chile.
-Finalmente, las fuerzas del Rechazo se agruparon en torno a la misma opción. ¿Ve posible revertir los sondeos?
-Pienso que esto está totalmente abierto, no hay ningún tema fundamental por el cual se pueda justificar el rechazo, como sí ocurrió el año pasado. Los números irán cambiando rápidamente; de hecho, creo que el texto será aprobado, y no de manera estrecha.
-¿Cree posible, entonces, repetir el 62% del año pasado?
-Es imposible pronosticar números, pero pienso que el resultado no será estrecho y permitirá cerrar de buena manera este proceso, que se ha extendido por tanto tiempo.
-¿Harán campaña con la derecha, o la prioridad la tendrá Amarillos?
-Haremos campaña como Demócratas, vamos a tener franja. Quizá lleguemos a algún acuerdo con Amarillos para unir el tiempo de ellos con el nuestro para tener más espacio, esa es una cosa que estamos conversando, pero nosotros tenemos nuestra propia visión y mensaje. Aquí no se trata de alinearse políticamente con un sector o con otro, sino que en qué es lo bueno para Chile.

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